Plumbago auriculata o Plumbago capensis es su nombre científico, pero se le conoce más por Jazmín del cielo, Celestina, Jazminero azul, Jazmín del Cabo entre otros nombres. Pertenece a la familia de las Plumbaginaceae y es originario de Sudáfrica.

Estamos ante un arbusto trepador perennifolio de climas tropicales, muy decorativo por sus flores de color azul (más o menos intenso, e incluso blanco), que crece en suelos húmedos, bien drenados y que puede resistir heladas suaves, lo que permite que pueda adaptarse a climas mediterráneos de inviernos templados.

El Plumbago capensis florece desde primavera a otoño y también hay variedades de flor blanca y rosa. Si se guía a través de vallas, pérgolas o columnas, desarrolla un porte trepador. También es posible usarlo como cubresuelos.

Plumbago capensis

Cómo es el Plumbago capensis.

El Plumbago capensis es un arbusto perennifolio de crecimiento rápido, que puede alcanzar de 2 a 4 m. como arbusto de ramas arqueadas y colgantes.

Las flores de un color azul cielo tienen forma cilíndrica y miden unos 2,5 cm. abiertas en cinco pétalos que nacen de racimos terminales de 15 cm. de ancho. Estas florecen todo el año, excepto en los meses más fríos del invierno. Existen variedades de color blanco y rosa.

Sus tallos son de tipo leñoso, sarmentoso, recubierto de escamas blanquecinas, al igual que la cara inferior de sus hojas obtusas y espatuladas.

Flores de Plumbago capensis

Dónde lo puedo comprar y en qué formatos.

Esta planta se comercializa en los centros de jardinería, grandes superficies, floristerías y demás centros especializados. Lo podemos encontrar entre los meses de mayo y junio.

Sus presentaciones suelen ser en maceta o contenedor de 13 a 20 centímetros de diámetro, con porte arbustivo o piramidal. Los formatos más populares de Plumbago capensis son:

  • Arbustivo. Varias plantas plantadas en macetas o contenedores, varias veces pinzadas y muy brotadas hasta conseguir un crecimiento muy compacto, formando una masa foliar de aspecto globoso.
  • Pirámidal. También varias veces pinzadas y muy brotadas, están plantadas en macetas o contenedores y guiadas durante su crecimiento sobre largas cañas de bambú atadas en su cúspide para darle ese aspecto de pirámide.

Un elemento común en todos los formatos Tropical Coast® es que contienen varias plantas y todas ellas muy compactas, fruto de numerosos pinzados.

Dónde la puedo poner.

El uso del Plumbago capensis está básicamente ligado a la jardinería. Florecerá mejor si su ubicación es a pleno sol, consiguiendo que su crecimiento sea más compacto y más denso, con una floración más potente y abundante, con un color más vivo. También crece bien en semisombra.

No resiste las fuertes heladas, aunque bajando de los 5 °C los brotes tiernos se oscurecen, pero con la llegada del tiempo cálido, una vez que el sistema radicular se establece plenamente, la planta se recupera.

Es ideal para cubrir vallas, guiarlo, para que trepe por unos soportes fijando las ramas de algún modo en pérgolas o cenadores y también podemos utilizarlo para crear setos floridos y como cubresuelos para cubrir taludes.

Riego y abonado del Plumbago capensis.

Es relativamente tolerante a la sequía, puede sobrevivir con poca agua una vez esté bien arraigado.

En verano sí que hay que regarlo abundantemente. No es imprescindible, pero sí bueno, rociar el follaje regularmente hasta que las flores aparezcan, preferiblemente por la mañana temprano, y nunca a pleno sol. Los riegos en invierno serán más ligeros.

En cuanto al abonado, será a partir de la primavera y durante todo el verano, cuando cada dos semanas y utilizando un fertilizante líquido diluido en el agua de riego le aportemos nutrientes. Durante el otoño y el invierno los abonos los suspenderemos.

Debemos utilizar un abono equilibrado en nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) y que contenga también otros elementos como el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), todos importantes para un correcto y equilibrado crecimiento de la planta.

Si las hojas se vuelven amarillentas debido a deficiencias de magnesio, debemos tratarlo aplicando sulfato de magnesio. Si es carencia de hierro, se le debe de aportar quelatos de hierro.

Flores de Plumbago capensis

Cómo trasplantarlo.

El Plumbago capensis, se desarrolla mejor en suelos ligeros y arenosos con buen drenaje. En el caso de plantarse en el jardín, si el terreno es muy arcilloso, es recomendable aportar arena de río lavada para aumentar su aireación y evitar que se apelmace. Si es excesivamente árido o pedregoso, lo podemos mejorar aportando mantillo o compost como enmienda orgánica.

Si adquirimos el Plumbago capensis de Tropical Coast®, lo podemos disfrutar durante todo el año sin necesidad de trasplante. Si se desea hacerlo, será al año siguiente y preferentemente a principios de primavera para que aproveche los meses de mayor calor para arraigar con más fuerza. En el caso de querer crear un seto se dejará un marco de plantación de 90 a 150 cm.

Para macetas y jardineras, un sustrato especial para plantas de exterior será la mejor opción. Elegiremos un tamaño de maceta que no sea excesivamente mayor para que aproveche mejor el nuevo sustrato porque las raíces tienden a desarrollarse en más cantidad sobre el perímetro de la nueva maceta, poniendo sobre el fondo de estos recipientes una pequeña capa de grava o arcilla expandida para favorecer su drenaje.

En ambos casos, después del trasplante, regaremos el arbusto, manteniendo el suelo húmedo hasta que las raíces se establezcan y la planta comience a crecer por su cuenta.

Cuando crezcan los tallos, hay que proporcionarle un apoyo y guiarlos si lo tenemos previsto, para que crezca sobre un enrejado en la pared, alrededor del marco de una ventana, en una pérgola, etc.

Flores de Plumbago capensis

Cuidados fitosanitarios y podas del Plumbago capensis.

Si el Plumbago capensis es Tropical Coast® estará en perfecto estado sanitario. Se trata de una planta muy resistente, pero no obstante puede sufrir el ataque de ácaros, cochinillas y de pulgones, de cultivos colindantes, por lo que conviene realizar tratamientos fitosanitarios de forma preventiva con productos específicos.

Debemos conocer algunas fisiopatías que también pueden aparecer. Si observamos sus hojas marchitas, es probable que el riego se esté efectuando mal. Si la planta no florece debemos poner especial atención en el terreno donde se asienta, que debe ser pobre en nutrientes, por lo que deberemos aportarle un buen abono. Si se produjera una fuerte helada, la parte aérea muere, pero rebrotará en primavera.

Como planta, tiene un crecimiento enérgico y puede sobrepasar los límites que teníamos establecidos. Debemos tener en cuenta que las flores solamente se forman sobre las ramas del año. Así que la poda la realizaremos entre finales del verano y comienzos de la primavera, cuando la floración haya terminado, pero antes de que aparezca algún brote, recortando las ramas y aprovechando también para cortar las rotas, débiles o marchitas.

Si deseamos crear un seto, la poda de formación la realizaremos una vez formado el arbusto, con podas de mantenimiento, eliminando las ramas que puedan haberse dañado y despuntando el resto para estimular la siguiente floración.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies